CURRICULUM VITAE
Digamos que ganaste la carrera
Y que el premio
Era otra carrera
Que no bebiste el vino de la victoria
Sino tu propia sal
Que jamás escuchaste vítores
Sino ladridos de perros
Y que tu sombra
Tu propia sombra
Fue tu única
Y desleal competidora
Digamos que ganaste la carrera
Y que el premio
Era otra carrera
Que no bebiste el vino de la victoria
Sino tu propia sal
Que jamás escuchaste vítores
Sino ladridos de perros
Y que tu sombra
Tu propia sombra
Fue tu única
Y desleal competidora
Nadie nos dice
cómo...
Nadie nos dice cómo
voltear la cara contra la pared
y
morirnos sencillamente
así como lo hicieron el gato
o el perro de la casa
o el elefante
que caminó en pos de su agonía
como quien va
a una impostergable ceremonia
batiendo orejas
al compás
del cadencioso resuello
de su trompa
sólo en el reino animal
hay ejemplares de tal
comportamiento
cambiar el paso
acercarse
y oler lo ya vivido
y dar la vuelta
sencillamente
dar la vuelta.
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